Podríamos decir que las galaxias se disponen en el cielo de una forma arbitraria, dejando a un lado el hecho de que interaccionen entre sí y que formen parte de estructuras mayores en forma de grupos o cúmulos galácticos. De esta manera, si navegamos con nuestro telescopio por el cúmulo de Virgo, una de las zonas más densas en este tipo de objetos, podremos observar galaxias espirales de frente, elípticas, barradas de perfil, otra elíptica un poco más allá, una pequeña e irregular… Se nos muestran con una gran variedad de formas y tamaños, pero en ocasiones el azar quiere mostrarnos imágenes verdaderamente curiosas. Vamos a viajar a una porción del Cúmulo de Virgo muy cercana a la que ya conocemos, al lado de la “T” de Coma Berenices, siguiendo el fascinante proyecto de abarcar el cúmulo en su mayoría. De hecho, apenas tenemos que desplazar el telescopio un grado y medio desde M99 para encuadrar a las protagonistas de esta entrada. Pocas veces en el cielo podemos ver tres objetos tan parecidos en el mismo campo, y es que cualquiera diría que esas tres galaxias han tenido que ser colocadas siguiendo algún caprichoso designio. Nos referimos a NGC 4206, NGC 4216 y NGC 4222, tres galaxias que nos ofrecen su visión de perfil y que parecen, verdaderamente, tres agujas en el cielo.
La principal es NGC 4216, una bonita galaxia espiral que se nos muestra inclinada, sin llegar a estar completamente de perfil. Su imagen recuerda a M31 o NGC 7331, y realmente podemos decir que son bastante similares, con un brillante núcleo a partir del cual se dejan entrever unos grandes brazos en espiral. Una de sus características más peculiares es su bajo contenido en hidrógeno neutro, denominado HI, distintivo que comparte con muchas otras galaxias de su cúmulo. El hecho de que suela ocurrir en cúmulos de galaxias hace pensar que el hidrógeno neutro, necesario para la formación de estrellas, se pierde al interaccionar con el gas extragaláctico que inunda toda la región. De esta manera, NGC 4216 es una galaxia que podría definirse como “anémica”, con una baja tasa de proliferación estelar y unos colores que se inclinan hacia el rojo y amarillo, propios de estrellas de avanzada edad. No obstante, esta galaxia no es todo lo aburrida que podría parecer. Recientes imágenes muestran regueros de estrellas a su alrededor, restos de galaxias satélite que han interaccionado con ella y han sido disparadas y diseminadas en forma de filamentos de miles de años luz de longitud.
NGC 4216 tiene un desplazamiento al rojo extremadamente pequeño, lo cual llevaría a pensar que se encuentra a una distancia mucho menor a la del Cúmulo de Virgo. Sin embargo, de sobra conocemos que las altas velocidades que se producen en los cúmulos galácticos pueden dar datos alterados, y al parecer esto es lo que ocurre con esta galaxia, que se sitúa más bien a unos 55 millones de años luz. A su alrededor se han catalogado más de 700 cúmulos globulares, casi cinco veces más que los que tiene nuestra Vía Láctea, y un dato más de su acentuada senectud.
NGC 4206 es la siguiente galaxia de este trío en cuanto a brillo, situada un poco más lejos que la precedente, a unos 70 millones de años luz. Es algo más pequeña y tenue, pero su forma es prácticamente idéntica, la hermana pequeña de NGC 4216. Sin embargo, a diferencia de ella, NGC 4206 es totalmente prolífica. En su disco encontramos aglomeraciones azuladas de estrellas jóvenes y brillantes, con restos de polvo y gas entre sus brazos. El núcleo es menos brillante, y su color amarillento denota una mayor tranquilidad, haciendo las veces de residencia de ancianos de esta gran población.
La hermana pequeña de este interesante trío, y la más débil con diferencia, es NGC 4222, la tercera aguja. Con unas dimensiones aparentes de 3.1 x 0.5 minutos de arco, es la más fina de ellas, y se sitúa también a unos 70 millones de distancia. Su diámetro es de unos 65.000 años luz, aproximadamente la mitad que NGC 4216.
Para ver a las tres agujas es necesaria una noche clara en un lugar alejado de la contaminación lumínica. Para ver a las tres en el mismo campo basta con un ocular que proporcione unos 30 minutos de arco. En mi caso, el elegido fue el Hyperion de 13 mm, que me proporcionaba 125 aumentos. NGC 4216 salta a la vista en primer lugar. Tiene un tamaño generoso, de casi 10 minutos de longitud, de manera que ocupa una tercera parte del campo visual. Su aspecto de óvalo extremadamente alargado es muy sugerente, con un núcleo puntual brillante que destaca sobre el resto del halo. Rodeando al núcleo se puede apreciar un bulbo más brillante, ovalado y curvado, que me recuerda enormemente al de NGC 2683, más definido con visión lateral. Llama la atención la presencia de una pequeña estrella que parece rozar este bulbo, con una magnitud de 14.5.
NGC 4206 es fácilmente visible al sur, aunque bastante más débil que su compañera. Con una magnitud de 12.15, se aprecia como una mancha fina y alargada, con los bordes mejor delimitados si usamos visión periférica, entre dos tenues estrellas. NGC 4222, la más débil, tiene una magnitud de 13.2 y un brillo superficial lo suficientemente bajo como para que suponga cierto desafío, aún bajo cielos oscuros. Se encuentra al otro lado de NGC 4216 y es difícil de intuir si no se conoce su localización exacta. La primera vez que la observé no sabía dónde buscarla, así que paseé la mirada por toda la zona durante varios minutos hasta que noté un mínimo de nebulosidad que iba y venía al pasar la mirada sobre el campo. Una vez centré mis esfuerzos logré apreciarla como una débil mancha alargada, apenas un suspiro, extremadamente fina y elusiva. Conforme la vista se acostumbra la dificultad disminuye, a medida que aumenta el placer de la observación, y entonces podemos disfrutar plenamente de estas saetas celestes. No encontraremos otras tres galaxias tan finas y unidas de manera frecuente, así que bien merecen que hagamos un esfuerzo por visitarlas.
Son pocas las zonas del cielo con las que me puedo deleitar viendo tres galaxias juntas con mi refractor de 102mm. La imagen en el ocular debe ser muy impactante viendo estas…
Me gustaMe gusta
La verdad es que sí, es una imagen muy impactante, aunque hay que hacer cierto esfuerzo para ver bien NGC 4222. Seguro que desde un cielo oscuro puedes ver muchos grupos de galaxias, sería interesante hacer una lista de los que estén al alcance de un 102 mm. ¡Un saludo!
Me gustaMe gusta
Pingback: El cúmulo de Virgo | El nido del astrónomo
Pingback: Perdiendo gas (M90 e IC 3583) | El nido del astrónomo