Arqueología galáctica (NGC 5907)

Nuestro objetivo de hoy será otra importante galaxia de Draco, denominada NGC 5907, aunque antes de llegar a ella haremos un descanso a medio camino para visitar a una interesante pareja de galaxias, NGC 5963 y NGC 5965. Se encuentran separadas por tan sólo 9 minutos de arco, aunque no son precisamente vecinas. NGC 5963 es una galaxia espiral formada por multitud de brazos que giran en el sentido de las agujas del reloj, llamando la atención la extrema debilidad de estos. La galaxia posee abundantes zonas de proliferación estelar, con algunas pequeñas manchas rosáceas, regiones HII, dispersas por su superficie. Sin embargo, el bajo brillo de sus brazos parece tener su causa en una escasez relativa de estrellas de mediana y avanzada edad, por lo que podríamos decir que NGC 5963 es bastante joven en términos astronómicos. Se encuentra a unos 40 millones de años luz de nosotros, y con nuestros telescopios de aficionado podremos apreciar su región interna, que es donde se concentra la mayor parte de su brillo superficial. NGC 5965 se encuentra mucho más distante, a nada menos que 150 millones de años luz, y es una espiral vista casi de perfil, lo cual nos garantiza un bonito contraste entre ambas. Presenta un núcleo muy brillante y unas finas líneas de polvo que van delimitando de manera vaga la silueta de sus brazos en espiral. Del mismo diámetro aparente que su compañera es, sin embargo, mucho mayor, alcanzando los 200.000 años luz entre sus extremos Al telescopio ofrece una forma alargada y llama la atención su intenso núcleo y la región colindante, que aparece como una brillante zona redondeada en pleno centro de la galaxia.

NGC 5963.png

No tenemos más que desplazarnos 2 grados y medio para encontrar a NGC  5907, una galaxia que ha deparado grandes sorpresas en los últimos años. Situada a una distancia de entre 40 y 50 millones de años luz, siempre se la consideró una solitaria galaxia espiral barrada, vista prácticamente de canto. Presenta dos anillos de estrellas a modo de brazos, invisibles desde nuestra perspectiva, dispersándose por un diámetro total de 150.000 años luz, comparable a nuestra propia galaxia. En las últimas décadas se observó una gran escasez de estrellas rojas, encontrándose tan sólo una de las cien que esperaban ver. Esto hizo pensar que podía deberse a la interacción de NGC 5907 con otra galaxia, a pesar de encontrarse relativamente aislada. Sin embargo, en 2006 tuvo lugar un apasionante descubrimiento. En una fotografía de larga exposición aparecieron enormes cadenas de estrellas que sobresalían de la galaxia formando bucles, como si fueran grandes lazos que atravesaban el disco galáctico. Fue la prueba más irrefutable de que NGC 5907 no era tan solitaria como parecía, ya que esos bucles eran los restos de una galaxia enana que, por el influjo de la galaxia principal, se había ido deformando con intensidad hasta perder toda forma de cohesión.

Foto NGC 5907

Esta fotografía puede que nos traiga a la mente una imagen mucho más cercana. Si alguna vez hemos oído hablar de la Galaxia Enana de Sagitario, puede que nos suene esa apariencia de lazos en bucle que, realmente, es casi idéntica a la que tenemos en nuestra propia galaxia, aunque no podamos verla por su extrema debilidad. Este proceso se conoce como canibalismo galáctico, proceso por el cual una espiral de tamaño considerable “canibaliza” a una galaxia enana. Se forman importantes Foto NGC 5907 chorrocorrientes de marea y la gravedad va dispersando las estrellas que conforman la galaxia enana, quedando éstas disgregadas a modo de chorro de agua, hasta el punto de que no se puede reconocer el núcleo original de la galaxia, como ocurre en el caso de NGC 5907. El resultado final es un aumento de la población en la galaxia principal y la posible formación de nuevas estructuras, como anillos estelares, brazos o regiones con una proliferación importante de estrellas.

Ya a bajos aumentos NGC 5907 resplandece como una fina mancha que rasga la oscuridad del cielo, y entonces entendemos el sobrenombre de “la astilla” con el que también se la conoce. Ocupa algo más de 10 minutos de arco de longitud, con la zona central acompañada de una débil estrella. No encontramos un núcleo puntiforme, como en otros casos, sino que toda la región central brilla con más intensidad que el resto de la galaxia, de manera que se pueden diferenciar dos partes. La mitad de la galaxia más cercana a la estrella mencionada es más débil, mientras que la superior, especialmente las regiones más céntricas, son más brillantes, algo que también se puede apreciar perfectamente en cualquier fotografía. No podremos ver más detalles internos, pero tampoco es necesario. NGC 5907 brilla por sí misma de una manera especialmente llamativa, invitándonos a explorar más a menudo las profundidades del dragón.

NGC 5907

10 Respuestas a “Arqueología galáctica (NGC 5907)

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