M81 y M82 son, como ya dijimos, las galaxias dominantes del denominado grupo de M81 que, a poco más de 10 millones de años luz, está formado por una treintena de componentes. Hoy le toca el turno a algunas galaxias de este séquito que flanquean a la gran pareja central y que, por tanto, podemos aprovechar para observar en la misma sesión.

Fotografía realizada por Benjamín Hernández Fernández
La más cercana de estas galaxias, a tan sólo 45 minutos de arco de M81, es NGC 3077, una interesante galaxia que muestra la silueta redondeada de una galaxia elíptica. Sin embargo, imágenes de larga exposición han revelado la presencia de grandes nubes de polvo y gas en su interior que, de forma radial, parecen querer escaparse de la galaxia. Estas masas de polvo son el resultado de la interacción de NGC 3077 con M81 y M82, hecho que también puede probarse a mayor escala cuando observamos en distinta longitud de onda, habiéndose descubierto la presencia de filamentos de gas dispuestos como puentes entre NGC 3077 y M81. Situada a unos 12.8 millones de años luz de distancia, NGC 3077 tiene un diámetro de unos 20.000 años luz, considerándose por tanto una galaxia enana de tipo incierto, ya que presenta características propias de las elípticas, espirales e irregulares. Lo que sí está bien claro es que es víctima de una intensa proliferación estelar, gracias al gas que una vez fue atraído por M81 y que ahora, tras muchos millones de años, vuelve a caer en la galaxia, removiendo al mismo tiempo el medio interestelar. Por tanto, podemos decir que NGC 3077 comparte su comportamiento con M82, que también es una galaxia de brote estelar.
Visualmente no supone ningún problema para localizarla, tan cerca de M81 que cabe en el mismo campo si usamos un ocular de bajo aumeno. La primera vez que observé NGC 3077 quedé sorprendido por su alto brillo superficial, así como por su zona central, mucho más luminosa. A 125 aumentos noté, desde un primer momento, una extraña sensación, la impresión de que la superficie no era completamente regular, algo distinto al resto de galaxias elípticas. Así mismo, la zona central no parecía ser perfectamente esférica, sino más bien “poligonal”, algo que me resultó peculiar pero que posteriormente pude comprobar en fotografías. ¿Serían las franjas de polvo oscuro las que otorgaban un aspecto irregular a la superficie de la galaxia? No estoy seguro, pero no lo descartaría. Lo que sí sé es que NGC 3077, con tanta intriga, me mantuvo un buen rato pegado al ocular, durante el cual fue consciente de que una parte de la zona central era más brillante que el resto. Por si fuera poco una estrella doble corona la imagen, a modo de colofón. Se trata de HD 86677, una estrella de magnitud 7,9 y su compañera de la 9,7, que aparece rojiza ante el contraste con la primaria, que brilla con tono amarillento.
NGC 2976, al otro lado de M81, también muestra similares huellas de estas fuertes interacciones. Es considerada una galaxia espiral peculiar, aunque su estructura queda disimulada por los girones de gas y polvo oscuro que tapizan su superficie. Desde hace 500 millones de años está siendo fruto de una gran proliferación estelar, igual que ocurre con NGC 3077, sobre todo en una región de 5.000 años luz alrededor del núcleo. El resto de la galaxia, especialmente su periferia, es relativamente pobre en gas, perdido a raíz de las interacciones y de la constante formación de estrellas. Es una galaxia aún más pequeña que NGC 3077, pese a lo cual no supone gran problema para observarla con instrumentos modestos. De hecho, presenta una forma muy interesante que podría describir como la típica galaxia en espiral que se inclina hacia nosotros en un ángulo poco pronunciado, a modo de M31 o NGC 2841. Dos estrellas aparecen rozando su elíptico halo como si fueran sendas supernovas, si bien se encuentran miles de veces más cerca que la galaxia.
Por último, vamos a finalizar esta visita viajando a una distancia mucho mayor, saltando de los cómodos 12 millones de años luz a unos vertiginosos 205 millones de años luz, distancia a la que se encuentra NGC 2959, una galaxia espiral barrada que dista apenas un grado de M81. Sus dos finos brazos la rodean en repetidas ocasiones, haciendo gala de una ordenada armonía. Ronda la magnitud 13.7, por lo que deberemos estar bajo un cielo oscuro para poder apreciarla como una pequeña esfera difusa y tenue, apenas una reminiscencia de lo que verdaderamente es, una enorme aglomeración de soles con un diámetro de 90.000 años luz.