La constelación Sagitta, conocida como la flecha, es una de las pocas constelaciones que verdaderamente pueden asociarse a una imagen clara, si bien es pequeña y sus estrellas no son extremadamente brillantes. Se encuentra protegida por las tres estrellas que conforman el Triángulo de verano y, por tanto, fácil de localizar siempre que no observemos desde el centro de grandes ciudades. Precisamente debido a su tamaño, no es una constelación rica en objetos de cielo profundo, si bien posee uno especialmente interesante al alcance de todo tipo de instrumentos. Se trata de M71, una agrupación de estrellas cuya naturaleza no fue descubierta hasta hace unas pocas décadas.
M71 había sido durante mucho tiempo considerado como un cúmulo abierto excepcionalmente rico y condensado. Descubierto por Philippi Loyx de Chéseaux en 1746, no fue resuelto en estrellas hasta 50 años después, gracias al ojo y al telescopio de Herschel. M71 contaba con varios factores en contra de ser considerado un cúmulo globular, como el hecho de no contar con ninguna variable de tipo RR Lyrae, variables que frecuentemente habitan estos cúmulos. Además, sus estrellas eran relativamente jóvenes al compararlas con sus congéneres, ya que apenas llegaban a los 9 ó 10 mil millones de años (la mayoría de los globulares cuentan con una edad de 12 mil millones de años). Sin embargo, la espectrometría fue la clave finalmente para conocer su verdadera naturaleza. El diagrama de Hertzsprung-Russell, abreviado como diagrama H-R, es una representación de las estrellas de un cúmulo en función de su magnitud y su tipo espectral, una herramienta que puede darnos valiosa información. En el caso de M71 se pudo comprobar que presentaba lo que se conoce como «rama horizontal» (horizontal branch»), una zona del diagrama que corresponde con una etapa específica de las estrellas. Tras la fase de gigantes rojas (que conforma el punto más alto del diagrama), las estrellas han agotado todo su hidrógeno y su única fuente de combustión disponible es el helio. Por tanto, aquéllas con la masa suficiente como para fusionar helio aumentan su temperatura, desplazándose hacia la izquierda en el diagrama y conformando la «rama horizontal», de color azul. Ésta es una firma propia de los globulares que se encuentra ausente en los cúmulos abiertos, ya que en ellos las estrellas presentan una concentración mayor de elementos pesados y, por tanto, su combustión no es tan efectiva, alcanzando temperaturas menores y presentando un espectro más hacia el amarillo.
Aun así, M71 es un cúmulo globular con un contenido en metales bastante elevado, debido principalmente a su relativa juventud. Cuando sus estrellas nacieron, ya habían tenido lugar las primeras supernovas en la Vía Láctea, dispersando así elementos más pesados al espacio interestelar, añadiendo mayor contenido metálico a las estrellas recién formadas. Por lo demás, M71 es un cúmulo globular normal, aunque de pequeño tamaño, con unos 27 años luz de diámetro. Situado a unos 13.000 años luz de distancia, tampoco es precisamente rico en estrellas, ya que apenas cuenta con 10.000 de ellas (de todas formas, me parece un número considerable para una familia tan unida de soles). Su baja concentración le hace bailar entre las categorías X y XI de la clasificación Shapley-Sawyer, a medio camino entre M68 y M55.
Además de interesante en cuanto a su historia y astrofísica, M71 es también una pequeña joya del cielo veraniego. Con una magnitud de 6.1 es fácilmente apreciable con prismáticos, mostrándose en todo su esplendor a través del telescopio, si bien tendremos que tener en cuenta que no es especialmente grande, ocupando un área de 7.2 minutos de arco. Al ocular de bajo aumento sorprende inmediatamente, además del campo tan rico en estrellas, la forma triangular que presenta el cúmulo globular, apreciándose como un cometa formado por cientos de diminutas estrellas. No parece haber ninguna que destaque especialmente sobre otras, ni siquiera a mayores aumentos, actuando todas como un ejército en el que el número hace la fuerza. Al contemplarlo, no es de extrañar la confusión que M71 ha venido creando a lo largo de la historia, entendiendo perfectamente a aquéllos que defendían su naturaleza como cúmulo abierto.
M71 tiene una belleza particular, tal como lo describes. Es un desafío ya que siempre me ha resultado difícil de observar. Muy buen post!
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Muchas gracias Hernán. Si, la verdad es que no tiene pinta de ser muy fácil si las condiciones del cielo no son idóneas, ya que sus estrellas son relativamente débiles. Como dices, una belleza particular. ¡Un saludo!
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El pasado sabado tuve la oportunidad de observarlo y dibujarlo y me sorprendio bastante, no sabia si era un globular o un cumulo abierto. Espero subir pronto cronicas y dibujo, pero la apertura es vital para observar la gran cantidad de estrellas de baja magnitud. Enhorabuena
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Jeje gracias, tienes toda la razón, con abertura baja sus estrellas no están tan resueltas, pero incluso con grandes aberturas parece un objeto indeterminado entre abierto y globular. ¡Un saludo!
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