En algunas ocasiones me habéis preguntado por telescopios adecuados para empezar a disfrutar de la astronomía. Pues bien, después de probar varios creo que, si la idea es comenzar pisando fuerte, una de las más acertadas opciones sería este telescopio, de un tamaño más que considerable para ver miles de objetos de cielo profundo, estrellas dobles y planetas. Se trata del refractor NextStar 102 SLT, fabricado por Celestron, un telescopio de 10 cm de apertura y 66 cm de longitud focal, cuyo peso y tamaño nos permitirán transportarlo a los lugares más oscuros que queramos, convirtiéndose así en un compañero imprescindible.

El susodicho aparato y su feliz dueño
He de decir, antes de nada, que teniendo previamente un Dobson de 30 cm, me he sorprendido gratamente al mirar a través del NextStar, superando mis expectativas sobradamente, y motivándome así a escribir este pequeño artículo tras varios meses de prueba. Para opinar sobre el telescopio podría usar la siguiente imagen de la nebulosa de Orión, que observé hace dos semanas, y dar por concluido el artículo:
Pero no es sólo esa mi intención, sino dar algunas pinceladas sobre el rendimiento de este equipo en los distintos tipos de objetos, así como de su funcionamiento, para saber qué se puede esperar de él. En primer lugar tenemos que mencionar su montura. He de decir que siempre he sido reacio a las monturas con GoTo, esas que te llevan al objeto deseado con solo pulsar unos botones, y sigo manteniendo que, para conocer bien el cielo, conviene practicar todo lo posible a la hora de buscar objetos por uno mismo. Sin embargo, es innegable la ventaja de este sistema, principalmente por el seguimiento del objeto, ya que no hace falta estar haciendo continuos movimientos para mantenerlo centrado en el ocular, algo de agradecer cuando trabajas a altos aumentos o cuando quieres enseñar un objeto a otros observadores. La precisión al buscar objetos es bastante exacta, y especialmente interesante me parece su menú de estrellas dobles, que te lleva a distintos sistemas múltiples y, de camino, te presenta información sobre las estrellas.
La primera vez que me asomé por este telescopio quedé sorprendido por la nitidez de las estrellas, que aparecían como puntos perfectos, transmitiendo colores que difícilmente había percibido con mi Dobson de 30 cm: amarillos, anaranjados, azules… El contraste entre unas y otras era mucho más llamativo a través de sus lentes. Esto es especialmente útil a la hora de observar cúmulos abiertos, aunque uno de mis primeros objetivos cuando el NextStar cayó e mis manos fue M15, sorprendiéndome cuando el globular se resolvió en un gran número de diminutas estrellas, especialmente en la periferia, abigarradas y bullendo en la lejanía. En otros cúmulos globulares el resultado es similar, ofreciendo un bonito contraste entre el núcleo brillante y nebuloso y la periferia salpicada por multitud de astros.
Sin embargo, no acaban aquí las aptitudes de este tubo. En cielo profundo se comporta de una manera excepcional, cosa que nunca llegué a imaginar. Puedo decir, tras varios meses de prueba, que no he dejado de sorprenderme cada vez que he observado algún objeto con el telescopio, sin falta. Las nebulosas difusas se muestran con una calidad más que aceptable, como podéis comprobar con M42, al inicio del artículo, o con este dibujo de M8 que realicé a finales de verano. Es indispensable, eso sí, estar bajo un cielo bien oscuro, pero en esas condiciones el nivel de detalle que podremos observar es bastante elevado. En la Laguna podía apreciarse sin ningún problema el «río» interno, así como algunos jirones de luz que despuntaban aquí y allá.
En M42 el resultado es aún más impresionante, desplegando sus alas a través de todo el campo, que a 47 aumentos puede englobarla al completo sin ninguna dificultad, dejándose ver también el complejo de nebulosas de NGC 1977. Me resultó un poco complicado observarla «al revés» de lo habitual en el Dobson, aunque el ojo se va habituando poco a poco, y al cabo de los minutos uno acaba acostumbrándose.
En cuanto a nebulosas planetarias, su corta focal no nos permite usar aumentos muy elevados, aunque será suficiente para distinguirlas entre los campos de estrellas e incluso apreciar algunos de sus detalles. Con el ocular Cronus de 5 mm obtenía unos cómodos 112 aumentos, permitiéndome algunas vistas como la siguiente de M57, la Nebulosa del Anillo. Es verdaderamente imponente observarla con este tubo, ya que proporciona una definición muy alta, incluso si se usa desde cielos con contaminación lumínica. Otras planetarias están también a su alcance, siendo impresionante la famosa M27, aunque las más pequeñas también son fácilmente detectables.
En cuanto a la observación de galaxias se comporta bastante bien, siempre y cuando las condiciones del cielo sean idóneas. M81 y M82, por ejemplo, suponen una bonita estampa celeste, y su compañera NGC 3077 aparece a su lado, visible sin ningún problema. A mayores aumentos la línea oscura que divide M82 se hace patente, como también se intuyen los brazos en espiral de M33, la Galaxia del Triángulo, con su región HII conocida como NGC 604 en uno de sus extremos.
Podríamos pasar horas describiendo los objetos visibles a través de este telescopio, aunque la mejor manera de hacerse a la idea es probarlo por uno mismo. Su pequeño tamaño lo convierte en un instrumento de batalla para transportar a los lugares más oscuros que tengamos a nuestro alcance, y es ahí donde demuestra, con creces, que el tamaño no es tan importante como podría parecer. No esperemos, claro está, ver los mismos detalles que con un gran reflector, pero teniendo en cuenta su peso y la facilidad de alineación, en ocasiones inclinará la balanza a su favor, especialmente, como no me cansaré de repetir, si vamos hasta un lugar alejado de la contaminación lumínica. Teniendo en cuenta su precio, no es de extrañar que sea uno de los mejores candidatos a comenzar en esta afición, y una cosa es segura: con el NextStar 102 podemos tener telescopio para muchos años, convirtiéndose en un compañero infatigable de viajes y permitiéndonos observar miles de objetos celestes.
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Joder en serio se ve eso con un 102?? Yo la semana pasada me compré mi segundo equipo, un Dobson 10″ con GoTo pero no he podido probarlo por el mal tiempo, estoy que me subo por las paredes.
He acabado cansadísimo de mi 150/750 con montura equatorial por que aunque en teoría con un solo mando haces el seguimiento, cuando te queda al otro lado de la montura es un rollo, y te partes el cuello en posturas inimaginables.
A eso hay que sumarle la exagerada CL de los alrededores de Barcelona
Me ha encantado el artículo.
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Muchas gracias Daniel, y sí, se ve eso siempre y cuando el cielo sea verdaderamente oscuro. Tengo entendido que no muy lejos de barcelona hay buenos cielos cuando las condiciones lo permiten… Seguro que disfrutas tu Dobson 10″ una barbaridad, ya verás. ¡Un saludo!
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