Vamos a viajar a 73 millones de años luz de distancia, a una zona aparentemente normal de un grupo de galaxias conocido como el Grupo de Eridanus, parte de un enorme filamento de galaxias que abarcan un gran área de nuestro firmamento, desde esta constelación hasta Doradus, pasando por Fornax. Se trata de un grupo poco denso de galaxias, con algunas verdaderamente interesantes, aunque nuestro punto de mira será hoy NGC 1332, una llamativa galaxia elíptica que se sitúa en la constelación de Eridanus.
Es una elíptica gigante formada por estrellas de edad avanzada, cuya característica más remarcable es, sin lugar a dudas, la presencia de un agujero negro supermasivo en su interior. Previamente se había estimado su masa en base a un disco de gas ionizado que rodea al núcleo, afectado por la presencia del agujero negro. Sin embargo, este gas ionizado presenta movimientos algo peculiares que dificultan obtener con precisión su velocidad, por lo cual la estimación de la masa del agujero negro oscilaba entre 500 millones y 1.500 millones de masas solares. Hay otro disco gaseoso formado por gas molecular frío, que gira de una manera mucho más «ordenada», pero su emisión hacía imposible estudiarlo en longitud de onda visible. Por suerte, hoy en día contamos con instrumentos capaces de ver más allá. En el año 2015, un equipo de la Universidad de California en Irvine estudió este disco frío con ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), una red de radiotelescopios que se disponen a nivel mundial y que pueden llegar a dar imágenes tremendamente precisas, de manera que captaron la emisión de monóxido de carbono (uno de los componentes que se usa como trazador del hidrógeno molecular) con un nivel de detalle muy fino. El disco de gas de NGC 1332 tiene un radio de unos 800 años luz, pero es en su región más interna donde se ve más afectado por la atracción del agujero negro supermasivo. Gracias a ALMA se pudo estudiar a fondo esta zona interna, apreciando el efecto Doppler como podemos ver en la siguiente imagen (en la longitud de onda visual, captada por el Hubble, el disco de gas molecular se aprecia como una banda oscura que recuerda a la de M104).
El color rojo indica el gas que se aleja de nosotros, mientras que el azul se acerca, ambos de forma proporcional según la velocidad que alcanzan. De esta manera, sabiendo la velocidad que alcanza el disco a esa distancia se ha podido estimar la masa del agujero negro, obteniendo la cifra de 660 millones de masas solares, con un margen de error de un 10%, lo cual acota las estimaciones anteriores y marca una de las mediciones más precisas que se han obtenido hasta el momento. No podemos dejar de maravillarnos ante la utilidad del efecto Doppler…
NGC 1332 ronda la décima magnitud y, con una longitud de algo más de 4 minutos de arco, fue descubierta por William Herschel en 1784. Quince años después el astrónomo descubrió que no estaba sola, sino que otra pequeña mancha redonda se situaba a su lado, objeto que denominó NGC 1331. NGC 1331 es una pequeña galaxia elíptica con un diámetro estimado en unos 15.000 años luz. Su distancia a nosotros se estima entre 58 y 75 millones de años luz, con lo cual no iríamos muy desencaminados si dijéramos que NGC 1332 y NGC 1331 son universos relativamente vecinos. Al telescopio forman un bonito par en el que destaca la brillante NGC 1332 como una mancha alargada y con un núcleo brillante y redondeado. Sus bordes se pierden rápidamente hacia el exterior, difuminados, algo más extensos con visión lateral. NGC 1331, de magnitud 13.4, es bastante más débil, aunque con mirada periférica no supone ningún problema. Se aprecia fácilmente como una pequeña nubecilla redondeada, de apenas un minuto de arco de diámetro, que recuerda vagamente al aspecto de un lejano cúmulo globular. Al otro lado de NGC 1332 hay una débil galaxia de magnitud 15.5 llamada PGC 12827, una bonita espiral de brazos muy distorsionados y más lejana que sus compañeras, situada a unos 92 millones de años luz de distancia. Por momentos, tras observar durante un buen rato a las anteriores galaxias, me pareció intuirla como una mancha tremendamente difusa, apenas perceptible, aparecía y desaparecía por momentos, como un fantasma. Seguramente con mayores instrumentos será fácilmente visible, pero mientras tanto tendremos que conformarnos con registrar alguno que otro de sus lejanos fotones.
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