La constelación de Cáncer es famosa por contener los cúmulos abiertos M44 y M67, conocidos por todo aficionado, pero el tercer objeto más brillante de la constelación no es un cúmulo, sino una galaxia. NGC 2775 cuenta con el privilegio de pertenecer al catálogo Caldwell con el número 48. Descubierta por William Herschel (cómo no) en 1783, su gran atractivo queda patente al contemplar la siguiente fotografía:
Pocas galaxias tan perfectas podemos ver con tal nitidez. Es una espiral de tipo Sa, con múltiples brazos en disposición circular que se arremolinan en torno al núcleo. Varias cosas llaman nuestra atención en cuanto a ellos: por un lado, su origen no está en el núcleo brillante y redondeado que preside la galaxia, sino que comienzan a una distancia prudencial, como si surgieran bruscamente de una profunda niebla. Por otro lado, no vemos unos brazos definidos, sino multitud de ellos que, además, parecen estar fragmentados, como otras galaxias floculentas que ya hemos visto. Una gran cantidad de polvo se interpone entre estos brazos formando una red marronácea que añade un gran atractivo a su visión, a lo que hay que añadir la presencia de múltiples condensaciones azuladas que corresponden a regiones HII, lugares de intensa y reciente formación estelar. NGC 2775 se nos presenta levemente inclinada, con una perfecta simetría que produce una agradable sensación a la vista. Tiene un diámetro de unos 75.000 años luz, y su masa se estima en 17.000 millones de masas solares.
Esta galaxia es el miembro más destacado del denominado grupo de NGC 2775, un pequeño grupo que abarca otras galaxias como NGC 2773 o NGC 2777 (con esta última se encuentra relacionada mediante una nube de hidrógeno atómico, aunque no hay evidencias claras de que hayan interaccionado en el pasado). Se sitúa a unos 55 millones de años luz, distancia comparable a la del Cúmulo de Virgo, al cual se haya unido de la misma manera en que lo está nuestro Grupo Local. NGC 2775 forma parte, además, de una agrupación de galaxias conocida como la nube de Antlia-Hydra, un largo filamento formado por más de 100 universos que comparten movimiento a través del cosmos. Hay fuentes que indican la presencia de hasta 5 supernovas en NGC 2775 durante los últimos 30 años, aunque la única que he encontrado registrada ocurrió en 1993, alcanzando una magnitud de 13.9.
NGC 2775 se encuentra a maś cerca de Hydra que del centro de Cáncer, motivo por el cual pertenecía a la primera constelación hasta que, a principios del siglo XX, se redefinieron los límites de las constelaciones, quedando la galaxia englobada dentro del cangrejo. Con una magnitud 10.1, NGC 2775 es fácilmente visible con instrumentos de pequeña apertura, con los cuales destacará, sin duda, su brillante núcleo, que reluce como una potente estrella rodeada de un débil resplandor. Con el Dobson de 30 cm el halo de la galaxia aparece con claridad alrededor del brillante núcleo, una redondeada nube apreciable incluso con visión directa, cuyos bordes se pierden abruptamente en la periferia. No resulta tan llamativa como puede serlo en las fotografías de larga exposición, pero verla en directo, captando sus fotones en el mismo momento, es algo difícil de superar.