Camelopardalis, la constelación de la Jirafa, es una verdadera caja de sorpresas. A pesar de la debilidad de sus estrellas (no se conformó como constelación hasta el siglo XVII), esconde una gran cantidad de objetos de cielo profundo especialmente llamativos, como son, por ejemplo, NGC 1569, IC 342 o la curiosa Cascada de Kemble. Hoy vamos a ampliar la lista con una espectacular galaxia, de esas que se pueden admirar tras el ocular como algo más que una mancha. Se trata de NGC 2146 y, como presentación, basta con mirar la siguiente fotografía.
Varias cosas nos deben quedar claras al contemplar la imagen. Es una galaxia espiral barrada con dos brazos tremendamente distorsionados, que ya de entrada nos cuentan una historia con grandes fuerzas en juego. Con un diámetro de 80.000 años luz, NGC 2146 se sitúa a la considerable distancia de 70 millones de años luz. Curiosamente, no fue descubierta por William Herschel, como tantos otros objetos, sino que permaneció oculta hasta 1876, cuando el alemán Friedrich Winnecke puso su vista encima con un telescopio de 16 cm de apertura. Esta galaxia presenta dos características que la hacen especial, las cuales no hacen más que mostrar los efectos de una interacción entre galaxias. La compañera que provocó dichas alteraciones puede ser NGC 2146A, también conocida como PGC 18960, aunque tampoco puede descartarse que haya sufrido un reciente proceso de fusión, estando la galaxia causante canibalizada en el interior de NGC 2146. Es probable que no haya una sola causa, sino que sea el resultado de distintas interacciones en un período de tiempo relativamente largo. En la siguiente imagen podemos apreciar el hidrógeno neutro que rodea a esta galaxia, que se dispone en forma de filamento alargado debido, según un estudio de 2000, a un proceso de fusión con otra pequeña galaxia que tuvo lugar hace 800 millones de años.
Los brazos de NGC 2146 son, sin duda, el elemento más llamativo que salta a la vista al contemplar una de sus fotografías. Aparecen a ambos lados del centro tremendamente distorsionados: uno de ellos se desvía a 45 grados y forma un lazo al otro lado del núcleo, pasando a través de 3 brillantes estrellas que pertenecen a nuestra galaxia. En medio de este lazo de luz podemos apreciar una aglomeración de regiones HII en forma de brillantes condensaciones blanco-rosáceas. Una muestra más de la proliferación estelar que es desatada tras estas interacciones. El otro brazo se desvía bruscamente de su dirección y discurre en dirección opuesta. NGC 2146 es, como podemos suponer, una galaxia de brote estelar que brilla enormemente en el infrarrojo. De hecho, es la doceava fuente más luminosa en esta longitud de onda, una muestra de esas miles de estrellas que se esconden tras su polvo. Y aquí entra en juego otro de sus rasgos distintivos, la maraña que forma el polvo cerca del núcleo y que bloquea gran parte de su luz. Muchos comparan su forma con la silueta de una mano de escuálidos dedos, y es visible a través de grandes telescopios.

ESA/Hubble & NASA
Con esta información en el bolsillo, vamos a echar un vistazo a esta impresionante galaxia, más difícil de encontrar que de ver (es la pega que tiene la constelación de la Jirafa). Una vez en el campo no nos resultará difícil distinguir una manchita alargada de unos 6 x 3 minutos y una magnitud de 11.38. Con mi Dobson de 30 cm, de entrada, ya pude notar que esta galaxia no era normal. A 115x quedaba patente la distorsión de uno de sus brazos, que aparecía como una prolongación que se desviaba hacia una alineación de tres estrellas, que son idóneas como referencia. Pensé que esa mancha era otra galaxia colisionando hasta que observé una fotografía y comprobé que era uno de los propios brazos de la galaxia. El otro brazo se disponía al otro lado de un núcleo alargado y brillante, y por momentos se podía intuir su desviación brusca, que contribuía a la marcada asimetría que caracteriza a esta galaxia. No llegué a distinguir ninguna nebulosidad oscura en el centro, aunque no descarto que, bajo mejores cielos, pueda distinguirse con un telescopio de 30 cm. NGC 2146 es, sin duda, una oportunidad única para comprobar los resultados finales de la interacción entre galaxias.
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