En ocasiones es difícil establecer los límites, y cuando hablamos del universo y de objetos extremadamente débiles puede serlo aún más. Nuestro Grupo Local se encuentra presidido por la Vía Láctea, Andrómeda y la Galaxia del Triángulo, acompañados por una cincuentena de galaxias menores cuyo camino se ve influenciado por las mayores. En este contexto, definir la frontera no es algo fácil, de manera que hay algunas galaxias que se sitúan en este límite impreciso. Es el caso de Sextans B, también conocida como UGC 5373, una galaxia irregular que se encuentra a 4.4 millones de años luz de la Vía Láctea, en dirección opuesta a M31. Se encuentra débilmente atraída por nuestra galaxia, y durante un tiempo se consideró ajena a nuestra familia de galaxias.
Sextans B forma pareja con otra galaxia irregular denominada Sextans A, y parece estar asociada también a otras dos galaxias, NGC 3109 y la Enana de Antlia. Está formada por estrellas extremadamente antiguas, como puede saberse al conocer su baja metalicidad: sus estrellas se formaron en una época en la que todavía no se había formado una cantidad importante de elementos pesados. Presenta una población de estrellas bastante homogénea, sin brazos ni otros elementos llamativos. Se estima que tiene una masa de unas 200 millones de masas solares, siendo una cuarta parte constituida por hidrógeno neutro. Sextans B carece de grandes regiones de formación estelar. En ella, al igual que en otras galaxias irregulares, la proliferación de estrellas tiene lugar en forma de pequeños brotes bastante separados en el tiempo. En el momento actual es una galaxia tranquila, un lejano miembro de nuestro grupo que permanece ajeno a los tejemanejes que nos traemos en las regiones más internas.
Podemos buscar Sextans B a partir de las patas delanteras de Leo, saltando de estrella en estrella hacia el sur. El campo no es especialmente rico, lo cual puede facilitar un poco su localización. Su magnitud de 11.9 se dispersa por unas dimensiones de 5.9 minutos de arco de longitud, teniendo un brillo superficial bastante bajo, por lo que tendremos que disponer de cielos oscuros para poder disfrutar de esta galaxia. Aparece como una nubecilla muy tenue y dispersa, alargada, formando un triángulo con otras dos estrellas. Una tercera estrella se adivina en el mismo borde de la galaxia, brillando débil y confundiéndose, por momentos, con alguna brillante región HII. Ni un núcleo más definido ni otros detalles son visibles en este universo, pero el hecho de poder verlo ya supone una pequeña hazaña.