Una de las metas de todo lo que hacemos, además de disfrutar, debería ser la autosuperación, y en la astronomía ala práctica nos permite ir mejorando en distintos aspectos, algo que podemos comprobar conforme pasa el tiempo. Hace dos años estuve observando los brazos en espiral de la galaxia M101, junto con algunas de sus regiones HII. En esta entrada podéis leer información sobre este maravilloso universo, y este es el dibujo que realicé:
La otra noche, el cielo parecía estar lo suficientemente oscuro como para poder ofrecerme un buen rato con esta galaxia, así que decidí apuntarle con mi Dobson de 30 cm y usé un ocular de aumento elevado, a 214x, para empaparme de esos claroscuros que ocuparon el campo de visión. Los tres principales brazos aparecían bien definidos, partiendo de un centro muy brillante que se acompañaba de una estrella de magnitud 9. Las distintas regiones HII fueron apareciendo, salpicando sus brazos con la delicadeza de lejanas nubes de hidrógeno incandescente.
Algunas están incluidas en el catálogo NGC, pero otras condensaciones no son más que el acúmulo de distintos grupos estelares, nebulosas y remanentes de supernova que, en conjunto, aparecen como regiones más densas. Especialmente intensa era la Región E, compuesta por al menos 72 objetos menores que se disponen formando una brillante hilera, contando las regiones F y H con otros tantos. Es sencillamente increíble que podamos apreciar objetos tan lejanos con dos sencillos espejos… La más poblada de estas condensaciones es NGC 5462, que en un tamaño relativamente pequeño acoge a 117 regiones HII, remanentes de supernova, cúmulos estelares y fuentes de UV y rayos X. Los habitantes de M101 deben alucinar cada vez que miran a esta región del cielo…
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