Piscis puede parecer una constelación relativamente pobre en objetos de cielo profundo: sin embargo, si rebuscamos un poco podemos encontrar sorpresas interesantes, como esta galaxia que observé con el Dobson de 40 cm del Observatorio del Moral.
NGC 100 es una galaxia espiral que fue descubierta en 1885 por Lewis Swift, el famoso cazador de cometas, con un refractor de 40 cm de apertura. Se encuentra cerca de Algenib, gamma pegasi, ocupando una zona en la que las galaxias son más frecuentes (recordemos, por ejemplo, a la cercana NGC 7814 o la ingente cantidad de galaxias que forman parte del Supercúmulo de Perseo-Piscis). Se encuentra a unos 40 millones de años luz de distancia y su tamaño se estima en unos 70.000 años luz, prácticamente la mitad que la Vía Láctea. Presenta varias regiones HII en las zonas más centrales, pequeños puntos rosáceos que cuyo seno tiene lugar una importante proliferación de estrellas. En fotografías de larga exposición podemos apreciar una pequeña galaxia muy cerca de uno de sus extremos. Se trata de PGC 1509358, una débil galaxia que en realidad se sitúa mucho más lejos, a más de mil millones de años luz de distancia. Casi alcanza la magnitud 18, quedando fuera del alcance de instrumentos de apertura media (hace falta bastante más de 50 cm de apertura para poder acercarse a esta pequeña galaxia).
Sin embargo, con disfrutar de NGC 100 tendremos de sobra. Con unos 6 minutos de arco de longitud, es una de las galaxias más planas que podemos observar con instrumentos de aficionado, y seguramente una de las más atractivas de su tipo. Presenta una magnitud de 13.2 y un brillo superficial relativamente bajo, así que deberemos observar bajo un cielo oscuro para disfrutarla en su plenitud. La veremos entonces brillando fantasmagóricamente, como una tenue línea pintada sobre el lienzo de fondo, blanquecina y extremadamente fina. Su centro es más brillante; los extremos se pierden rápidamente a medida que se alejan, afinándose hasta desaparecer por completo.
Pingback: La raspa del pez (NGC 100) – Horizonte de Sucesos
Pingback: Principio y fin de un catálogo (grupo de NGC 3) | El nido del astrónomo