Hoy vamos a hablar de unos de esos objetos que podríamos clasificar como oscuros, alternativos o, simplemente, poco conocidos y observados por los aficionados. Se trata de Djorgovski 2, un interesante globular que linda, puerta con puerta, con el increíble par formado por NGC 6520 y Barnard 86. Si hacemos algo de memoria recordaremos que estos dos objetos se encontraban en Sagitario, no muy lejos de M8, y son un cúmulo globular y una densa nebulosa oscura que también se conoce como la Mancha de tinta. Entre ambos, además, destaca una gigante roja que añade una colorida nota al marco. Pues bien, si con tres objetos no había suficiente ahora vamos a añadir un cúmulo globular:

Crédito: T. A. Rector/University of Alaska Anchorage and NOAO/AURA/NSF
Djorgovski 2 fue descubierto en 1987 por el astrónomo con el mismo nombre, mientras observaba imágenes tomadas con el telescopio del observatorio de Cerro Tololo. Djor 2, como se abrevia a menudo, es uno de los cúmulos globulares más oscurecidos por el polvo galáctico que podemos encontrar: se estima que su brillo se encuentra disminuido 8 magnitudes más de lo que debería. Teniendo en cuenta que ronda la magnitud 11, si no fuera por todo el gas y polvo que se interpone brillaría con la tercera magnitud, ¡más incluso que Omega Centauri! Por desgracia su situación, hacia el centro galáctico, juega en su contra, aunque también le otorga cierto aire misterioso, eso no se puede negar. Se encuentra a unos 20.000 años luz de distancia, si bien esta estimación es bastante imprecisa por el oscurecimiento que sufre.
Su peculiar nombre no debe hacer que reculemos a la hora de lanzarnos en su búsqueda, pues nos llevaremos una grata sorpresa. Personalmente no tenía muchas esperanzas de verlo, lo había intentado encontrar en alguna otra ocasión sin resultados satisfactorios, así que decidí intentarlo bajo uno de los mejores cielos que he visto en mi vida, con una magnitud límite en torno a 6.5. Encontré el lugar sin dificultad, prolongando una lĺinea imaginaria entre NGC 6520 y Barnard 86: a unos 20 minutos de arco de distancia pude apreciar un cuadrilátero de estrellas que me recordaban enormemente al centro de Hércules, y en su interior, claramente visible, Djor 2 me saludó sin esfuerzo. Al principio lo vislumbré como una débil nubecilla de unos 5 minutos de arco de diámetro, más fácil de ver con visión lateral. Tras dedicarle unos minutos algunas estrellas salpicaron su interior tímidamente, haciéndose más evidentes conforme pasaba el tiempo. Mi mente se preguntaba constantemente cómo era posible que este objeto hubiera pasado desapercibido hasta finales del siglo XX, siendo más brillante que muchos objetos del catálogo NGC. Sea como sea, poder ver Djor 2 me ayudó a cerrar un capítulo que tenía pendiente desde hacía un tiempo, completando un cuadro capaz de saciar al más ávido de los curiosos.
Pingback: En segundo plano (Djorgovski 2) – Horizonte de Sucesos
Pingback: Falsa identidad (NGC 6540) | El nido del astrónomo