Subimos a nuestra nave imaginaria y salimos rápidamente con rumbo a la región norte de Ofiuco, cerca de la nebulosa planetaria NGC 6572. Al poco rato de despegar podemos ver nuestro destino, un pequeño punto luminoso que brilla con magnitud 12.5, fácilmente visible en un campo poblado de estrellas. «¿Qué vamos a ver de especial en un estrella?», podríamos preguntarnos mientras pasamos rozando la azulada planetaria. Conforme nos vamos acercando somos testigos de pequeños cambios de brillo en ese punto de luz, cambios que duran varios minutos y nos hacen replantearnos la naturaleza de esa fuente luminosa: aquí huele a gato encerrado… El punto va brillando cada vez más hasta que llega un momento en el que comienza a crecer: estamos llegando a nuestro destino. Cuando comprendemos lo que estamos viendo no podemos hacer otra cosa que sobrecogernos y contener la respiración. El punto no es una sola fuente luminosa: una estrella anaranjada está siendo absorbida, literalmente, por un objeto oscuro, probablemente un agujero negro. Alrededor de esta esfera oscura se dispone un remolino de materia incandescente, que gira rápidamente y cae sobre el agujero para no volver, y en ese proceso libera ingentes cantidades de energía, brillando con intensidad: y parecía un simple puntito…
MAXI J1820+0707 es una fuente de rayos X que el 11 de marzo de 2018 comenzó a brillar intensamente, alcanzando la magnitud 12,5. Previamente, en el lugar donde se encuentra sólo había un pequeño punto de magnitud superior a 19, por lo que si es el verdadero precursor podemos asegurar que su brillo ha aumentado 6 magnitudes. No se sabe a ciencia cierta, todavía, a qué distancia está, pero su naturaleza parece clara: una binaria de rayos X en la que uno de sus componentes es un agujero negro de baja masa. Como hemos visto en el primer párrafo, el disco de acreción, con materia de otra estrella que está cayendo continuamente en el compacto objeto, es el responsable de la enorme emisión de radiación electromagnética. Este evento es, con diferencia, lo más cerca que podemos estar de observar un agujero con pequeños instrumentos, así que os animo a salir ahí y echarle un vistazo (además, parece que estos días vamos a tener alguna ventana entre las nubes). Ronda la magnitud 12.5, aunque se han registrado pequeñas variaciones de brillo y se está realizando un profundo seguimiento internacional. Para encontrarlo es mejor guiarnos por la estrella HIP 89772, de magnitud 5.4, y de ahí plantarnos en HD 168579, de magnitud 8.2. A unos 10 minutos de arco encontraremos ese pequeño punto.
En el dibujo que os adjunto os podéis guiar para encontrarlo, la mayoría de las estrellas colindantes oscilan entre la magnitud 11 y 13, con lo cual la estimación de su brillo es bastante sencilla. ¡Buena caza!
Fascinante
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