Hay objetos que nos suenan particularmente lejanos, a menudo porque su brillo es tan bajo que sólo nos atrevemos a soñar con ellos. Sin embargo, en ocasiones los planetas se alinean y somos capaces de disfrutarlos con asombrosa facilidad. Algo parecido me ha ocurrido con la Nebulosa California, un objeto del que había leído desde que comencé con la astronomía pero del que nunca había conseguido ver nada más que las fotos que había en los libros. Nunca llegué a pensar que podría verlo con un pequeño telescopio y sin ningún esfuerzo, desde un cielo relativamente oscuro pero cerca de la campana de luz de Granada. Sin embargo, los astrónomos contamos, hoy en día, con algunas importantes ayudas, como son los filtros visuales. Me había comprado recientemente el filtro H-Beta y estaba deseando probarlo con algunos objetos particulares, pero uno de los que más interés despertaba en mí era éste:

Crédito: Markus Noller (Deep Sky Images)
La Nebulosa California, también conocida como NGC 1499 o Sh-220, toma su nombre del evidente parecido con el estado norteamericano. Es una nebulosa de emisión, una enorme nube de hidrógeno que se encuentra relativamente cerca, a unos 1.500 años luz de distancia: forma parte de la rama de Orión, el mismo lugar que ocupamos nosotros en la galaxia. Su diámetro mayor alcanza los 100 años luz, con unos 25 años luz de anchura, lo cual no es nada desdeñable. En el cielo, sus dimensiones aparentes alcanzan los 2.5 grados de arco, por lo que resulta evidente en la inmensa mayoría de fotografías de gran campo en las que aparece Perseo. Es esa brillante mancha rojiza de aspecto alargado que se aprecia al otro lado de las Pléyades:
Cientos de estrellas recién nacidas se encuentra inmersas en los dominios de NGC 1499, pero sólo una es la responsable de ionizar la mayor parte de la nebulosa: xi Persei, la brillante estrella que se ve en la región central. También conocida como Menkib, es una estrella de tipo espectral O7, una de las más calientes que podemos apreciar a simple vista (con unos 35.000ºC en su superficie). Comenzó siendo una estrella con una masa 40 veces mayor que la del Sol, pero en unos pocos millones de años ha consumido todo su hidrógeno y los fuertes vientos la han despojado de una buena parte de sus capas externas. Su origen tuvo lugar en la asociación Perseus OB2, lugar del que salió disparada a gran velocidad y que estudiamos con más detenimiento en esta entrada. A esta estrella le debemos el espectáculo que nos brinda la Nebulosa California.
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