Nueva visita al Escultor (NGC 253)

NGC  253Hace dos años publiqué una entrada sobre NGC 253. la conocida Galaxia del Escultor, siendo este objeto uno de los primeros que dibujé por aquella época (no estoy muy orgulloso del resultado pero la pondré como recuerdo). Este verano, cuando estuve bajo el mejor cielo que recuerdo en mucho tiempo, decidí visitarla de nuevo en profundidad, plasmando nuevamente mis impresiones sobre el papel. Volví a sorprenderme de su gran tamaño, que llega casi a los 30 minutos de arco, tanto como la luna llena. Su núcleo, brillante y bien definido, adquiere una forma  ovalada alrededor de la cual se dispone el resto de la galaxia al más puro estilo «Andrómeda«. De hecho, cualquiera que mirara por el ocular bien podría confundirse en un primer momento, pues NGC 253 comparte prácticamente el mismo ángulo que M31. A diferencia de su compañera, en la Galaxia del Escultor podemos apreciar sus brazos, especialmente el más meridional, que sale del núcleo y se retuerce hacia el oeste, bajo la atenta mirada de las tres brillantes estrellas que, formando un triángulo, nos servirán para reconocer esta galaxia en cualquier circunstancia. El segundo brazo, en el lado opuesto, es bastante más tenue pero se deja ver si tenemos una buena adaptación a la oscuridad, como una débil porción alargada que destaca ligeramente sobre el disco de la galaxia. Lo que más llamó mi atención fue esa banda oscura que se sitúa al norte del núcleo (por debajo en la imagen del ocular), uno de los múltiples filamentos de polvo que se disponen por la galaxia (recordemos que es una galaxia con una importante tasa de proliferación estelar). Podía verlo sin ninguna dificultad, incluso a mayor aumento, perfilando a la perfección cada uno de sus bordes, con una nitidez que pocas veces hubiera imaginado posible. Disfruté durante largo rato con este portento cósmico, haciéndome pensar en todos los objetos que debería volver a visitar una y otra vez…

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Galaxias cinceladas (NGC 300)

En la última entrada disfrutábamos de los interesantes detalles de NGC 55, y hoy veremos a su llamativa compañera que, a tan sólo 650.000 años luz de distancia, viaja a su lado más allá de los límites de nuestro Grupo Local. Se trata de NGC 300, una galaxia de tipo SA(s)d, lo cual significa que es una galaxia espiral sin estructura anular, con brazos difusos de baja densidad.

Su aspecto nos recuerda enormemente a M33, la Galaxia del Triángulo, y su distancia se ha estimado en poco más de 6 millones de años luz, situándose por delante de NGC 55. Hay algunos autores que consideran que ambas galaxias no pertenecen realmente al Grupo del Escultor, sino que incluso podrían formar parte del Grupo Local, y es que se encuentran rozando la frontera entre uno y otro, de manera que es difícil de precisar. Al igual que M33, presenta una importante proliferación estelar que podemos observar en la multitud de nebulosas y regiones HII que pueblan sus brazos, así como miríadas de estrellas azuladas que se pueden apreciar a pesar de la distancia. Muchas de esas nebulosas son remanentes de supernova, burbujas de gas que se están expandiendo a gran velocidad. De hecho, en 2010 se registró una supernova que alcanzó la magnitud 16, y será responsable de añadir una nota más de color a esta composición tan variopinta.

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Crédito: ESO

Esta galaxia puede vanagloriarse por contener el agujero negro estelar más masivo que se conoce, un objeto extremadamenteOriginal X-1.b.jpg interesante que se conoce como NGC 300 X-1. No se trata tan sólo de un agujero negro, sino que forma parte de un sistema binario, y el otro componente de esta pareja no es una estrella normal: es una enorme estrella Wolf-Rayet. Estas estrellas, como veíamos en esta entrada, son cuerpos muy masivos que crecen rápidamente, perdiendo material gracias a los veloces vientos que se generan a su alrededor y que llegan a alcanzar corrientes de millones de kilómetros por hora. Imaginemos por un momento a la imponente esfera azul girando alrededor de un agujero negro que, con 20 masas solares, va absorbiendo poco a poco el gas que la forma, produciendo destellos a medida que engulle la materia acretada: la realidad supera, en ocasiones, a la ficción. Ambos completan una órbita en tan sólo 32 horas, lo cual da una idea de sus rápidos movimientos.

The black hole inside NGC 300 X-1 (artist’s impression)

En 2008 se descubrió otro peculiar objeto, denominado en inglés como OT, traducción de transitorio óptico. Este objeto brilló con una magnitud de 14.3 en mayo, y revisando anteriores fotografías se encontró que ya estaba presente un mes antes, con una magnitud de 16. Previamente, en febrero, no había rastro de ningún punto luminoso, por lo que su aparición fue bastante repentina. Dio mucho que hablar, ya que su emisión era demasiado intensa para ser una nova, pero demasiado débil para ser una supernova. Aparecieron diversas hipótesis para explicar su naturaleza, siendo una de las más probables la que apuntaba a una fusión entre dos estrellas que, como dos bolas de billar colisionando a miles de kilómetros por hora, habían liberado una gran cantidad de energía. La masa conjunta debía de estar entre 12 y 25 veces la masa de nuestro sol, con lo cual su encuentro no debió pasar desapercibido.

NGC 300 presenta un brillo superficial relativamente bajo (otro punto en común con M33), así que no esperemos ver la misma definición que en NGC 55, por lo menos si la observamos a baja altura sobre el horizonte. No obstante, podremos disfrutar de ella si tenemos la paciencia necesaria para extraer sus sutiles detalles. En primer lugar apreciaremos su núcleo redondeado, al lado de una brillante estrella, con bordes poco definidos que van perdiéndose poco a poco en un tímido y amplio halo galáctico. Uno de sus principales brazos pasa muy cerca del núcleo, entre dos estrellas, y es quizás su estructura más visible, aunque no es tarea fácil. Justo al lado podemos ver una gran región HII, de varios miles de años luz de diámetro, que aparece como una pequeña mancha apenas perceptible con visión periférica. Conocer su situación exacta será imprescindible para poder apreciarla, y también podremos aspirar a intuir otro de sus brazos, que se abre más ampliamente que el anterior desde el núcleo. Su región más visible, al menos la que yo pude observar con el Dobson de 30 cm, es la que hay cerca de otra estrella al oeste, apareciendo como una nebulosidad muy difusa y alargada a su alrededor. NGC 300 es visible incluso a través de unos prismáticos, pero para observar estos detalles tendremos que recurrir al telescopio y a aumentos elevados. En mi caso el ocular que me resultó más útil fue el Hyperion de 13 mm, que me proporcionaba 115 aumentos y unos 30 minutos de campo en el ocular.

ngc-300

Galaxias cinceladas (NGC 55)

El otoño nos regala campos de galaxias que vemos sin dificultad gracias a la situación de nuestro sistema solar, que en esta época apunta directamente al polo sur galáctico. Esto permite que el polvo y las estrellas de nuestra propia galaxia no nos obstruyan la visibilidad, de manera que observamos a través de una “ventana” al universo lejano (ocurre lo mismo en primavera, momento en que miramos al polo norte). Hoy vamos a estudiar una galaxia que pertenece al Grupo del Escultor, el grupo de galaxias más cercano a nuestro Grupo Local. Se encuentra presidido por NGC 253, de la que ya hablábamos en esta entrada, pero hoy vamos a centrarnos en NGC 55, una verdadera maravilla cósmica cuyo único punto en contra, para los observadores del hemisferio norte, es su baja altitud sobre el horizonte.

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Crédito: ESO

Es una galaxia irregular con una barra central, cuya estructura y composición recuerdan a la Gran Nube de Magallanes, una de nuestras galaxias satélite. Un equipo se encargó de estimar, en 2006, su distancia en base a la función de luminosidad de sus nebulosas planetarias, de forma que, estudiando distintos parámetros en 21 de estos objetos, se pudo determinar una distancia a NGC 55 de 7.5 millones de años luz, convirtiéndola así en una de las galaxias más cercanas fuera de nuestro Grupo Local (posiblemente la más cercana). Es una galaxia muy rica en estrellas jóvenes, gigantes azules que aparecen salpicadas entre multitud de regiones HII, prueba de una intensa actividad proliferativa. También abundan otro tipo de nebulosas, fruto de supernovas ocurridas en los últimos millones de años, así como de estrellas Wolf-Rayet que, con sus fuertes vientos, moldean el gas de su entorno, dibujando caprichosas formas y contribuyendo a la aparente “anarquía” que reina en esta galaxia.

NGC 55, con unos 70.000 años luz de diámetro, no se acompaña de otras galaxias enanas, estando relativamente aislada del resto de galaxias. Sin embargo, se encuentra a unos 650.000 años luz de NGC 300, galaxia con la que se halla gravitacionalmente ligada. Aunque no hayan contactado aún (todo llegará a su debido tiempo), parece que ambas forman un sistema binario, de la misma manera que M31 y nuestra Vía Láctea “bailan” juntas en el mismo escenario. El Grupo del Escultor se dispone ocupando un espacio de unos 20 millones de años luz de longitud y unos 3 millones de años luz de anchura, de manera que forma una especie de filamento. Estudios recientes demuestran que comparte movimiento con nuestro Grupo Local y con el Grupo de Canes Venatici, de manera que los tres grupos galácticos formamos parte del mismo filamento en el Supercúmulo de Virgo. Pertenecemos al mismo barrio en esta metrópolis.

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Dibujo realizado en 1885 por R. L. J. Ellery con el Gran Telescopio de Melbourne

NGC 55 mide unos 30 minutos de arco de longitud, con una anchura de 5.6 minutos de arco y, con un brillo que ronda la octava magnitud, no supondrá ningún esfuerzo observarla con instrumentos de pequeña apertura, a pesar de situarse en una posición tan meridional. Es visible con prismáticos como una pequeña mancha difuminada, algo alargada, pero necesitaremos un telescopio para disfrutar de sus detalles, que no son pocos. La galaxia acompaña a una hilera de estrellas que se disponen sobre ella, y se presenta a bajo aumento como una nebulosidad alargada, muy brillante en su región central, destacando un núcleo con forma redondeada. Con la visión adaptada podremos apreciar una región destacada junto al núcleo, algo más grande y de forma triangular, y los bordes comienzan a elongarse cada vez más. A 115 aumentos ocupa casi la totalidad del campo del ocular en el Dobson de 30 cm, precisando visión periférica para observar los extremos. El núcleo se encuentra desplazado hacia el oeste, y al otro lado disminuye bruscamente su brillo, aunque se puede apreciar una banda tenue que continúa hacia el este, bordeando esta región más oscura y desembocando en una zona nuevamente brillante con nombre propio, conocida como IC 1537, que anteriormente fue considerada como un objeto aparte. Curiosamente, esta región de la galaxia no pertenece a la constelación del Escultor, sino que atraviesa la frontera con la sureña constelación del Fénix.

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Compartiendo el sur (NGC 247 y NGC 288)

Ya hemos podido comprobar que, pese a que la zona sur de Cetus se encuentra muy baja en el horizonte, esconde algunos objetos especialmente interesantes, como NGC 253 y NGC 246. A continuación vamos a ver otros dos objetos que, junto a NGC 253, completan un marco espectacular, al que lo único que le faltaría sería un fondo bien estrellado. Una galaxia y un cúmulo globular comparten los dominios entre Cetus y Escultor con la Galaxia del Escultor, convirtiendo esta zona en una verdadera mina poco transitada.

El primero de ellos, NGC 247, es otra galaxia que pertenece al grupo de galaxias del Escultor, del que NGC 253 es el centro gravitacional. Hasta hace poco se estimaba su distancia a nosotros en poco más de 12 millones de años, gracias a las variables cefeidas. Lo que no se había tenido en cuenta al hacer dichas estimaciones es que estas estrellas se encontraban parapetadas tras una densa masa de gas, sobreestimando así su distancia. Ahora podemos afirmar que NGC 247 se encuentra a 11.1 millones de años luz de la Vía Láctea, fuera de los dominios del Grupo Local. NGC 247 es una galaxia espiral, a veces considerada enana, con unos brazos muy difusos, que mide unos 50.000 años luz de diámetro. Presenta, en uno de sus lados, una región muy poco densa y oscura, que corresponde a la presencia de estrellas rojas, más antiguas y con un brillo más disminuido.

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Visualmente, NGC 247 es apreciable con unos prismáticos 15×70, siempre que contemos con la estabilidad adecuada que proporciona un trípode. En ellos se ve como una mancha difuminada, alargada en sentido en vertical a partir de una estrella más brillante, por encima de NGC  253. Al telescopio esta galaxia es, claramente, una de «las grandes». A 125 aumentos ocupa gran parte del ocular, con unos 20 minutos de arco de longitud, y se muestra como una larga mancha blanquecina con un brillo irregular. Varias estrellas salpican su silueta, marcando uno de sus bordes laterales. En el centro destaca un núcleo brillante, irregular, que adquiere apariencia casi estelar en el punto más céntrico. Otra condensación es fácilmente visible muy cerca del núcleo, un poco hacia abajo. Tras unos minutos frente al ocular tuve la sensación de que su lado más inferior era menos denso, rodeado por partes más brillantes, hecho que pude comprobar posteriormente frente a fotografías. En definitiva, un objeto digno de ver, sobre todo bajo cielos oscuros en los que resalta sin dificultad, y de obligada visita al observar desde regiones meridionales.

NGC 247


NGC 288
es un cúmulo globular que, en oculares de gran campo, puede llegar a compartir escenario con la imponente NGC 253, conformando una imagen que, sin duda, quita el hipo. Situado a cerca de 30.000 años luz de nosotros, es un cúmulo de tipo X, lo cual da una idea de su baja concentracFamily of stars breaking upión de estrellas, algo que podremos comprobar fácilmente al verlo a través del telescopio. Tiene una edad relativamente joven, estimándose en 10.500 millones de años (poco si lo comparamos con los 12.000 millones de años de muchos de sus congéneres). En fotografías de gran aumento, como ésta del Hubble, se pueden apreciar perfectamente algunas estrellas azules, que corresponden a “Blue stragglers” o “azules rezagadas”, de las cuales ya hemos hablado en otros capítulos. Es curioso el efecto que producen entre el resto de estrellas más rojizas, características de los cúmulos globulares.

Esta gran masa de estrellas ya es apreciable en unos prismáticos bien estables, muy cerca de NGC 253. Con el Dobson 300 mm se aprecia perfectamente su baja densidad de estrellas, una nube redondeada de unos 10 minutos de arco con muchas estrellas salpicadas. A diferencia de otros cúmulos no se ve repleta de estrellas, sino que una treintena de ellas salpica toda la zona, de diferentes brillos, dando un interesante efecto de tridimensionalidad. A 214 aumentos pude apreciarlo de una forma mucho más clara una noche en la que el seeing era especialmente bueno, y la imagen es espectacular, a medias entre los grandes cúmulos globulares y los pequeños irresolubles. Sin duda, una zona a la que recurrir en estas noches frías de Otoño.

NGC 288

Un gigante del lejano sur (NGC 253)

Vamos a hacer una incursión al grupo de galaxias más cercano a nuestro Grupo Local, que es grupo del Escultor. El protagonista de esta crónica es una de las galaxias más impresionantes que podemos ver, a pesar de que siempre aparecerá baja en el horizonte desde nuestras latitudes. La observación la hice desde el Purche, en un monte cercano a Sierra Nevada que cuenta con un cielo sur bastante oscuro, dominado por las altas montañas. Esta galaxia es NGC 253, también conocida como la Galaxia de la moneda o la galaxia del Escultor. Desde cielos meridionales debe ser una verdadera maravilla.

ngc253_2005_10_27

NGC 253, situada a casi 12 millones de años luz, es la mayor galaxia del grupo del Escultor. Es considerada una galaxia de brote estelar, en la que tiene lugar una altísima tasa de formación de nuevas estrellas. Imágenes del Hubble han puesto en evidencia la presencia de enormes cúmulos de estrellas jóvenes junto al núcleo de la galaxia, así como estrellas Wolf-Rayet (en esta entrada hablábamos sobre ellas). Abundantes supernovas han producido rápidos vientos que remueven el polvo de sus brazos. De todo esto se ha deducido que la galaxia fue testigo, hace unos 200 millones de años, de la colisión con una galaxia enana, al igual que M82, estimulando el brote estelar. Por si fuera poco, en su núcleo reside un gran agujero negro, similar al de nuestra galaxia.

Una vez entrados en materia, vamos a observar a NGC 253. A través de prismáticos se aprecia perfectamente su forma alargada, por debajo de Beta Ceti, con un gran brillo superficial. Con el Dobson 305 mm, a 65 aumentos, la imagen es impresionante, ovalada, con un núcleo bien marcado y brillante en el centro. Se aprecian a lo largo del halo zonas moteadas que confieren al conjunto una imagen de tridimensionalidad. A 125x la galaxia se ve en todo su esplendor. El núcleo se encuentra lindando con una barra oscura que recorre de forma horizontal el centro, contactando con otra hacia el Este. Dos grandes condensaciones destacan a su vez, que en fotografías de larga exposición corresponden a zonas de alta densidad. Mayores aumentos permiten navegar por la galaxia, sin que ésta pierda excesivo brillo. Es un objeto grande, especialmente con mirada indirecta, mediante la cual se aprecian los bordes cada vez más difusos.

NGC 253

Por ahora nos contentaremos con esta visión, que ya de por sí supera con creces a la de la mayoría de objetos de su naturaleza, sintiendo cierta envidia sana de los observadores meridionales. El punto a favor es que NGC 253 estará ahí para nosotros, esperando a que viajemos a regiones más sureñas para saludarnos cara a cara.