Navegando por M8

A veces las circunstancias parecen alinearse y empujarnos a hacer algo que no teníamos previsto. Anoche cogí el telescopio y salí hacia el Puerto de la Mora, una zona cercana a Granada lo suficientemente oscura para que la Vía Láctea se muestre densa y brillante. Poco antes de llegar una nube densa pero fina amenzaba la zona norte, pero me he acostumbrado a que la mayoría de las veces se desvanecen al caer la noche. Pero no fue así.
Había hecho una lista con algunos objetos para ver en la región circumpolar, desde Draco hasta Cassiopea, aprovechando que ahora están en su mejor momento. Además, dejé anotado junto a la lista «dibujar M8», como alternativa si me sobraba tiempo. Sin embargo, la nube fue aumentando de tamaño y expandiéndose de forma radial, llegando a cubrir todo el cielo excepto las constelaciones de Sagitario y Escorpio. Entre ambas brillaba a simple vista una pequeña condensación, M8, que parecía querer arrastrar al buscador de mi telescopio hacia ella. No me opuse. Me senté y, con toda la paciencia del mundo, comencé a dibujar las estrellas más brillantes primero, las más débiles después, y, finalmente, el mar de nubes que había en el ocular (no me refiero aquí a nubes atmosféricas). La nebulosa lindaba con la cúpula de luz de Granada, y aún así me retuvo una hora frente a ella. No quiero imaginarme cómo tiene que ser desde un cielo limpio y meridional.
M8 final
M8, también conocida como NGC 6523 o Nebulosa de la Laguna, es una inmensa aglomeración de gases y estrellas que se encuentra a casi 5.000 años luz de nosotros. Más que una tranquila laguna, es una tormenta de hidrógeno cuyos fuertes vientos promueven la formación de estrellas, un verdadero hervidero estelar cuyos fotones nos regalan una de las imágenes más impactantes de todo el cielo. Como muestra de tan alta actividad proliferativa, en M8 se han encontrado Glóbulos de Bok (nubes oscuras de gas y polvo en cuyo interior se forman estrellas, son cuerpos muy fríos que favorecen de esa manera la condensación de las partículas) y objetos de Herbig-Haro (nebulosas que salen de estrellas recién formadas, en forma de chorros a presión).
Recibe el nombre de M8, pero en realidad se compone de distintos tipos de objetos. Por un lado, el cúmulo de estrellas recién formadas (NGC 6530), formado por un centenar de ellas, que proporcionan una interesante visión a cualquier aumento. Por otro lado, la propia nebulosa que ha dado lugar a dichas estrellas, que pertenece a la región Sagitario OB1. Es una nebulosa de emisión que brilla cuando la radiación de sus estrellas ioniza el hidrógeno que la compone. Encontramos tres zonas más diferenciadas de gases, denominadas NGC 6523, NGC 6526 e IC 1271, cada una con características peculiares y unidas en un gran marco.
Esa noche estaba decidido a ver M8 con la dedicación que se merece, como si fuera el objeto más difícil de observar. Comencé con el Hyperion 13, con 125 aumentos, y el filtro UHC. Como quien ve algo por primera vez, empecé a mirar detenidamente cada parte del ocular, que se encontraba ocupado plenamente por nebulosidad heterogénea. La gran «laguna» me recuerda en realidad a un gran río que, serpenteando, rodea una inmensa isla de luz. A un lado de este canal brilla NGC 6523, la parte más brillante. En ella destacan dos estrellas y un aumento de la densidad del gas conocido como el Reloj de Arena. Nunca había intentado verlo porque no me imaginaba que fuera posible. Ayer lo conseguí sin problema, tanto a 125x como 214x. Es una zona muy densa y caliente ionizada por Her36 y 9 Sgr, en la cual tienen lugar fuertes vientos que estimulan la formación de estrellas. Es impresionante en esta fotografía del Hubble. Sentí un escalofrío cuando la reconocí tan fácilmente.
HST_Lagoon_arXiv
Me extrañó ver, así mismo, una especie de entrante oscuro entre las dos brilantes estrellas 9 Sgr y HD 164816. No obstante, lo plasmé en el dibujo para comprobarlo al llegar a casa. Allí estaba esa porción de nube oscura. Es muy gratificante ver algo que no conoces sin tener que recurrir a fotografías previamente (es relativamente fácil «adivinar» algo cuando sabes el punto exacto).
Al otro lado del «río» encontramos el cúmulo estelar inmerso en más trazos de nebulosidad, con distintas densidades y formas, llenando el ocular a cualquier aumento. A 65x la zona ocupada por nebulosa aumenta considerablemente, siendo para mi gusto más impresionante que la mayoría de fotografías. Aquí os dejo un dibujo con los detalles de los principales objetos:
M8-detalles
Una vez terminado el dibujo me dispuse a ver M22, pero entonces el gruñido de un jabalí enfadado en un matorral cercano me hizo subirme al coche (al capó, no dentro) de un salto. Consideré en ese momento que la noche había sido suficientemente provechosa y estimulante (y no tengo entre mis planes enfrentarme a un jabalí), así que lo dejé tranquilo en su territorio y volví a mi guarida.