Galaxias en Leo (M95, M96 y M105)

El cosmos está plagado de galaxias que, a modo de edificios, se encuentran repartidos por todo el espacio, agrupándose en aldeas, pueblos, ciudades, países… De forma equiparable, podemos ver grupos de galaxias, cúmulos, supercúmulos, cuyo nexo de unión principal es la gravedad. En el cielo de primavera el protagonista es el Supercúmulo de Virgo, una inmensa población de galaxias compuesta por millones de miembros que se disponen con forma de un disco de 200 millones de años luz de diámetro. Más de 100 grupos o cúmulos de galaxias pueblan su espacio, destacando en el centro el Cúmulo de Virgo, el cual abordaremos más adelante y con el detenimiento que merece. Hoy nuestro objetivo es uno de estos grupos, o al menos parte de él. Es el Grupo Leo I, un conjunto de galaxias situadas a unos 38 millones de años luz, entre las que destacan tres objetos Messier: M95, M96 y M105. Tiene unos 8 componentes brillantes y otra decena de miembros más pequeños y débiles, todos ellos unidos a su vez con el Subgrupo de M66, el famoso Triplete de Leo.

Pero, antes de enfrascarnos en tan largo viaje, calentaremos motores con un objeto atractivo a la par que sencillo de ver. Hablamos de 46 Leonis, una estrella supergigante roja que se encuentra a unos 4 grados al este del grupo de galaxias. Situada a 690 años luz de distancia, brilla con una magnitud de 5.44, un brillo comparable a casi 900 soles como el nuestro. Su tamaño, de hecho, es 75 veces mayor que nuestra estrella, ya que sus capas externas se han expandido enormemente, haciendo que disminuya su temperatura (poco más de 3000º centígrados) y el color sea tremendamente rojo. Posee un espectro M1, llamando poderosamente la atención al mirarla tras el ocular. El campo que la rodea no es especialmente rico en estrellas; de hecho, prácticamente se encuentra sola en el campo de visión, pero ver ese punto brillante de tonalidad tan intensa resulta extrañamente cautivador. Aprovechemos si la noche es estable y pongamos un ocular de alto aumento. No nos costará ningún trabajo imaginar a esa enorme estrella roja flotando en medio del espacio a medida que atraviesa el campo de nuestro telescopio.

Centremos ahora nuestra atención en esta pequeña familia de galaxias. El grupo Leo I también se denomina Grupo de M96, lo cual da entender que esta galaxia es la más brillante, con una magnitud ligeramente mayor a 9. M96 fue descubierta por Méchain en 1781, junto a M95, y 4 días después Charles Messier apuntó con su telescopio a este interesante par. Con un diámetro de casi 100.000 años luz, presenta dos brazos espirales abiertos, con multitud de aglomeraciones de estrellas azuladas fácilmente visibles en fotografías de larga exposición. Varias galaxias pueden verse a través de su halo, por efecto de perspectiva, destacando en la siguiente imagen una espiral de perfil con una barra oscura que la atraviesa de extremo a extremo. El brillo tan intenso de su región central esconde dos barras que atraviesan su núcleo, una de ellas especialmente cercana al centro. Es en esta zona, de color amarillento, donde residen las estrellas de mayor edad, así como un agujero negro supermasivo que domina la dinámica central. En 1998 esta galaxia fue testigo de la explosión de una supernova que alcanzó la magnitud 11.8.

Foto M96.jpg

Unos 40 minutos de arco al este de M96 podemos ver a M95, quizás la más interesante de todas. Es una galaxia espiral de unos 46.000 años luz de diámetro, con una imponente barra central que alberga un núcleo brillante. Su halo da cobijo a unas 40 millones de estrellas, por lo que no estamos ante una galaxia precisamente inmensurable. Sus brazos, plagados de gas y regiones HII, con jóvenes estrellas azules, se disponen, a un nivel interno, en una interesante disposición anular, dotando a la galaxia de una apariencia similar a los TIE de la Guerra de las Galaxias. La mayor proliferación estelar se localiza a unos 2000 años luz del núcleo, formando otra estructura en anillo dominada por grandes cúmulos de estrellas. El telescopio Hubble observó sus variables cefeidas para confirmar la constante de Hubble (aquélla que relaciona la velocidad a la que se alejan de nosotros con su distancia), encontrando una distancia de 35 millones de años luz, lo cual parece en consonancia con los 41 millones de años luz a los que se encuentra M96.

Foto M95.jpg

En marzo de 2012 una supernova hizo su aparición en la galaxia, a menos de 2 minutos de arco del centro, con una magnitud 15. Tres días después, su brillo se elevó hasta alcanzar la magnitud 12, fácilmente visible con instrumentos de aficionado. Cuesta imaginar la cantidad de energía que se libera en estas cataclísmicas explosiones, capaces de hacer que un simple punto adquiera el mismo brillo que una galaxia entera.

La tercera notable galaxia de este grupo es M105, otra de las entradas póstumas de Charles Messier. Es la galaxia elíptica más brillante del grupo Leo I, con una magnitud de 9.3, y se encuentra rodeado por un enorme anillo de gas caliente (de 1.3 millones de años luz), invisible con nuestros instrumentos, que llega a rodear también a NGC 3384, otra galaxia elíptica que aparece a unos 7 minutos de arco de M105. Este anillo es una muestra de la interacción que tiene lugar entre estas galaxias, tan cercanas entre sí. De hecho, esta última galaxia, NGC 3384, estuvo una vez en contacto con M96, hace unos mil millones de años. Junto a M105 y NGC 3384, formando un triángulo, hay otra galaxia visible con instrumentos de abertura moderada, NGC 3373, un espiral que nada tiene que ver con sus compañeras, ya que se encuentra más lejos, a unos 64 millones de años luz de distancia.

M95, M96, M105

Para aprovechar la observación de esta familia galáctica merece la pena buscarlas bajo un cielo oscuro y limpio, entre invierno y primavera, cuando la constelación se encuentre casi en el cénit. Debemos buscarlas a medio camino entre Regulus y Denébola, donde caería el extremo de la pata trasera del león. El buscador de 10×50 muestra a M95 y M96 en noches especialmente diáfanas, apenas distinguibles, pero lo suficiente para avisarnos de su presencia. Todo cambia cuando miramos tras el ocular de nuestro telescopio. El Dobson de 30 cm sólo mostrará las cinco galaxias en un mismo campo si usamos un ocular de bajo aumento. A 65x apenas se aprecian detalles en los miembros. M95 y M96 presentan un halo algo más extenso que el resto, teniendo la última una forma más alargada. M105 destaca como una brillante esfera diminuta, acompañada de otras dos pequeñas manchas, más débiles, en disposición triangular. Usando oculares de mayor aumento en estas últimas no conseguiremos ver mucho más, como estamos acostumbrados con las galaxias elípticas. El halo crece un poco más y destaca el núcleo de M105 y NGC 3384 brillando en el centro. NGC 3373 en ningún momento deja de ser una débil nube indefinida, más fácilmente visible con visión lateral.

M95, M96, M105 detalles

M96 es bastante mayor, y ya de entrada destaca su perfil elongado, con el centro más brillante. A 214 aumentos, y con mirada indirecta, se comienza a intuir uno de sus brazos, que sale del núcleo en dirección opuesta a una brillante estrella que hay cerca de la galaxia. El otro brazo, que apunta a la estrella, es más débil, y se deja ver sólo con una adaptación completa a la oscuridad, en momentos en los que las turbulencias atmosféricas no entorpezcan la visión.

M95, a pesar de tener una menor magnitud, puede mostrarnos más cantidad de detalles si la noche es diáfana. Para empezar, a 300 aumentos, destaca con fuerza su núcleo redondeado, y la visión lateral revela rápidamente que se halla presidiendo una barra central que atraviesa el halo circular de lado a lado. Dedicándole unos minutos no es difícil distinguir que, en sus extremos, la barra se divide en dos líneas circulares que trazan la forma externa del halo, dando a la galaxia su característica forma de nave intergaláctica. No llega a formar un círculo completo, pues en sus zonas intermedias es demasiado débil, pero hay un detalle interesante que está al alcance del telescopio. En las fotografías de larga exposición podemos apreciar, en el borde de la galaxia, a unos 90º de la barra central, un pequeño punto brillante, que parece corresponder a una estrella de baja magnitud (de nuestra galaxia) y una región HII de M95 superpuesta junto a la estrella. Antes de saber que existía, varias veces pude notar un punto brillante en esa región, como una pequeña condensación. Efectivamente, no sabría decir si lo que se ve es la estrella o la región HII, pero sea como sea no deja de ser curioso y una prueba de la calidad del cielo en el que se observe. Ya podemos dejar descansar a este atractivo grupo de galaxias, queda mucho por ver en esta región del cielo.

M95

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